Es increíble cómo cambia el paisaje de un año a otro, incluso de una estación a otra.
Muchas veces no somos conscientes de la evolución que se produce en el jardín hasta que no vemos y comparamos fotos.
Cambios, evoluciones, reestructuraciones que dan vida y carácter a nuestros jardines, les aportan esa especial característica que los hace tan especiales para nosotros.
Algo que no tiene por qué ser permanente, esa flor que hoy nos parece fantástica puede pasar a un segundo plano por un maravilloso nuevo descubrimiento la próxima temporada.
La propia naturaleza, de una estación a otra cambia la forma y el uso del espacio. Esta transición de formas y colores nos estimula a añadir o eliminar elementos, a mudar nuestro estado de ánimo.
Cambios que nos animan a seguir.
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