Tenía muchas ganas de hacer un bancal para flor de corte y con la ayuda de mi marido, ya está en marcha. No sabía muy bien cómo lo quería, así que navegando por Pinterest vi unos jardines cerrados con tejes que me encantaron.
Tenía un montón de tejas de cuando arreglamos el tejado y me daba pena tenerlas amontonadas, así que este era el proyecto perfecto.
Lo primero fue medir y marcar el tamaño del bancal, el mío es de 1,50 x 4,50 metros, es muy sencillo y mediante triangulación nos aseguramos de que estuvieran todos los lados bien planteados y con los ángulos correctos.
Lo siguiente fue cavar una zanja alrededor del bancal de unos 20 cm de ancho y la profundidad suficiente para enterrar casi la mitad de la teja (unos 25/30 cm), esta es la parte más difícil, porque hay que tener fuerza y hacer las paredes de la zanja muy rectas para que las tejas queden bien colocadas.
A continuación se van colocando las tejas una doble hilera para que sea más resistente y se vuelve a cerrar la zanja para que las tejas queden bien firmes, ahora se rellena con más tierra si hiciera falta ¡y se plantan y se siembran todas las flores que se quiera!
Como teníamos muchísimas tejas, además del bancal para flor de corte, agrandamos el bancal de las dalias y lo cerramos con el mismo sistema, pero con las tejas más inclinadas. Queda también muy bonito, pero este os lo aconsejo para zonas de plantas que no requieran mucho trabajo porque al sobresalir más las tejas resulta un poco incómodo para llegar a la tierra.
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