Me hizo tanta ilusión que quise compartir ese momento con vosotr@s.
Allí estaba, escondida, esperando por mí.
También os quiero enseñar la flor de mi Pilea Peperomioides, no es que sea gran cosa, pero me gustó mucho que floreciera.
Poco a poco la primavera va ganando terreno, el planeta sigue adelante, no se para. Sólo se para nuestro mundo, muchas veces estúpido y egoísta, es el momento de escuchar y sentir a la madre naturaleza, pero no como una tendencia o una moda pasajera, si o como una guía de vida, de existencia coherente y en armonía con el resto de seres que nos rodean.
Cuidaos mucho.
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